A pocos días de la Navidad, Malawi sigue inmerso en cortes constantes de electricidad que nos dejan sin luz por lo menos doce horas o más al día. Dicen que existe un problema de agua en el río Shire y que por esa razón no se produce la energía necesaria, pero llevamos meses con este problema y cada vez es peor. Sea lo que sea, a todos nos afectan estos cortes, pero los que más sufren son, sin duda, los que están internos en los hospitales.
Si a la falta de electricidad unimos la escasez de alimentos, de lluvia… tenemos una prenavidad un tanto difícil. Conociendo al malawiano todo esto no va a empañar las fiestas, porque saben poner buena cara al mal tiempo. Y estoy convencida de que todas las celebraciones de estos días estarán llenas de cantos, alegría y danza, de colorido y movimiento. Harán nacimientos vivientes y meterán, como ocurrió en mi parroquia de Lilongwe, a la vaca y a la cabra dentro de la iglesia para que, junto a José, María y el Niño, los malawianos puedan contemplar lo que pasó hace más de 2.000 años. Estoy segura de que por unas horas disfrutarán como nunca de la alegría de la Navidad aunque sea a la sombra de una vela porque, a fin de cuentas, eso es lo de menos.
Mercedes Arbesú
Malawi. Misionera de María Mediadora