En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a yerme”.
Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”
Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”
Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna» (San Mateo 25, 31-46).
COMENTARIO
Nos encontramos en el primer lunes de esta cuaresma 2023; por supuesto, es diferente al resto de las cuaresmas, como cada día es diferente al resto de los días de nuestra vida. El riesgo que corremos los cristianos a la hora de convertir nuestra fe en un comportamiento coherente con ella, es el «inmovilismo»; es decir, tener una visión estática de los tiempos que nos presenta la Iglesia. Estos tiempos pretenden actualizar la vida de Jesús y sobre todo su acción salvífica, sintetizada en su Pasión, Muerte y Resurrección, como respuesta a nuestras necesidades más profundas. Dios y el ser humano son un misterio; en este misterio se encuentra el porqué Dios se empeña en comunicarse con un ser débil, infiel, voluble, idólatra, egoísta, etc. La respuesta está en que Dios es amor, como expresa de forma inagotable el evangelista Juan. Esta palabra puede ser interpretada como un juicio final que busca la provocación de un temor que lleve al oyente a un cambio de actitud. Pero el mensaje central de la palabra de hoy nos habla del amor. Pienso —desde mi pobreza en conocimientos teológicos— que Jesús nos quiere llevar, con esta palabra, a que descubramos el porqué hoy vivimos como «condenados» o como seres «libres». La cuaresma no se limita a la vivencia de un tiempo lleno de sacrificios para «contentar» a Dios y «acallar» nuestra moralidad religiosa. La cuaresma es un tiempo especial que viene para nosotros porque lo necesitamos; viene buscando una reflexión que nos ayude a descubrir si somos «ovejas» o somos «cabras»; porque este descubrimiento será la respuesta que ilumine nuestra situación de «hoy». Hemos sido creados por «amor» y para «amar». Esta es nuestra vocación y el amor no es un simple «sentimiento», sino que es una actitud, es un obrar con todo nuestro ser para «otros»; es un vivir en función de los demás. Esta vocación innata en nosotros viene de la semejanza que tenemos con nuestro Creador que es un Dios único pero que existe en tres personas distintas que viven en una comunión constante, en una donación continua. Siendo «cabras» no encontraremos nunca la entrada a ese Reino de los Cielos que nos anuncia el Hijo de Dios. Siendo «cabras» no se puede celebrar la Pascua. Necesitamos este tiempo de cuaresma que nos purifique de todas nuestras «inmundicias e idolatrías» para poder adquirir un «corazón de carne» que nos permita ser «ovejas» que son «sacramento» porque hacen visible la «existencia real» de Cristo. Si os fijáis, el mayor problema de los que son considerados «cabras» ya no es que vivan para sí mismos, sino que no son conscientes de lo que «dejaron» de hacer. Por eso necesitamos echar de nuestro corazón a todos esos «vendedores» de humo mundano que nos privan del «discernimiento». «Yo no he venido a juzgar al mundo», dice Jesús, «sino he venido a salvaros»; para ello, se ha hecho del grupo de las «ovejas», por amor, para amar, para hacer visible a su Padre —amor infinito—, con quién es uno y así mostrarnos qué significa ser Camino, Verdad y Vida. Dice san Juan de la Cruz que «en el atardecer de la vida nos juzgarán sobre el amor». Que el Señor nos conceda descubrir en esta cuaresma que cada día tiene su propio «atardecer».
3 comentarios
Estoy muy de acuerdo en el enfoque que da Angel, el contenido de esta lzctura es el amor aunque nos parezca en su forma que pueda ser el castigo. Gracias Angel
Estoy muy de acuerdo en el enfoque que da Angel, el contenido de esta lzctura es el amor aunque nos parezca en su forma que pueda ser el castigo. Gracias Angel
«Jesús»
Me siento oveja de tu rebaño.
No dejes que me quede atrás ni me pierda.
Vuelve la vista atrás y controla mis pasos.
Haz mi corazón semejante al tuyo.
Que el amor y la misericordia, sean baluarte de mis acciones y sea fiel reflejo, dando testimonio de las enseñanzas de mi Maestro, Jesús.
Ayúdame en esta Cuaresma a ver mis defectos y miserias.
A reflexionar sobre la conducta que de ahora en adelante debo seguir para ser buena cristiana y entregarme con más ahínco a demostrar mi amor a Ti y a mis semejantes.
Gracias Señor por perdonar mis pecados y amarme incondicionalmente.