Las cinco residencias de Cáritas Zamora, referente en la atención a ancianos
Cuando la pobreza es ser mayor y estar solo
La diócesis de Zamora, una de las más envejecidas de España, cuida de más de 440 ancianos a través de cinco residencias de Cáritas. Aunque tienen casi 200 profesionales contratados, buscan voluntarios para «dar más cariño y cercanía» a los mayores
Hace casi 30 años que la Delegación diocesana de Cáritas Zamora se percató de que el colectivo de personas mayores en la provincia necesitaba una atención especial: Zamora es una de las provincias más envejecidas de España y de Europa, y según los datos del Eurostat, hay en la provincia un 30 % de personas que tienen más de 65 años. Además, se trata de una provincia eminentemente rural, y los mayores viven en pueblos cada vez más despoblados y envejecidos, así que la soledad es uno de los problemas que les afectan con más fuerza.
Donde hay necesidad, está Cáritas
Ante este panorama, Cáritas decidió asumir la gestión de la residencia de ancianos Conchita Regojo, de Fermoselle. Fue el primer paso que dio la entidad en su objetivo de favorecer el bienestar de este colectivo. La experiencia de los primeros años dio buenos frutos y Cáritas quiso extender su programa de mayores a otros puntos de la diócesis. De esta forma, se abrieron residencias de ancianos en Alcañices, Villarrín de Campos, Carbajales y Toro.
El delegado diocesano de Cáritas Zamora, Antonio J. Martín, explica que «actualmente, todas están en funcionamiento y nuestra Cáritas diocesana se ha convertido en la que tiene un mayor número de residencias de ancianos de toda España». Según el delegado, esto obedece al objetivo primordial de la entidad de «responder a las necesidades de cada territorio» y puesto que en Zamora la población mayor es muy elevada, «ahí está Cáritas para cubrir sus necesidades».
El programa de mayores de Cáritas Zamora consiste en la atención a los ancianos a través de sus cinco residencias repartidas por la diócesis. En total, 440 ancianos son atendidos por 198 personas contratadas en alguno de los cinco centros, que tienen como eje fundamental de su trabajo «poner a la persona en el centro de todo, y preservar la dignidad y el respeto hacia los residentes», asegura el delegado.
Acogida sin distinción económica
Las residencias de mayores de Cáritas realizan un trabajo personalizado en la acogida a los residentes, desde el cariño, y respetan al máximo la dignidad individual de cada uno de ellos. Como dice el Modelo de Acción Social de Cáritas, «la persona es un ser integral, único e irrepetible que posee potencialidades y capacidades».
Por otra parte, en las residencias de Cáritas todos los mayores tienen cabida. No importa el nivel económico. Tal es así que Cáritas, en ocasiones, ajusta su cuota a los ingresos del residente e incluso llega a financiar el 100% en caso de que la persona carezca de recursos.