Tierra Santa es la tierra donde nació, vivió, murió y resucitó Nuestro Señor Jesucristo. Esta tierra es privilegiada por haber acogido en su seno al Autor de la Vida y haber sido la primera en conocer la alegría de la Resurrección. Sin embargo, también ha vivido en numerosas ocasiones la oscuridad de la guerra y la división del odio de los hombres. Hoy en día, los Santos Lugares, por donde pasó Jesús de Nazaret haciendo el bien, siguen siendo una tierra de conflicto, profundamente herida por el pecado del hombre. El Papa Francisco viajó hasta allí el pasado mes de mayo para encontrarse con el Patriarca ortodoxo Bartolomé y juntos pedir por la unidad de los cristianos. También se rezó por la paz en Oriente Medio y se puso el punto de mira en la Iglesia necesitada que sigue manteniendo vivo el Evangelio en Tierra Santa. La presencia cristiana en la tierra de Jesús es cada vez más pequeña, pero todos podemos avivar la luz de la esperanza, apoyando a nuestros hermanos a permanecer y crecer en la fe en la “tierra de la fe”.
Los cristianos de Tierra Santa son una minoría dentro de la minoría. Se estima su número en unos ciento setenta y cinco, aunque estas cifras son difíciles de constatar. Conviven en una sociedad de unos seis millones de judíos y tres millones de musulmanes. Sin embargo, la realidad es que los cristianos son una minoría numéricamente insignificante que sufre más que ninguna otra la difícil situación social de la zona. El 50 % de los cristianos vive por debajo del umbral de la pobreza y el 70 % está en paro, según datos de la revista Ecclesia. La división social, el permanente conflicto palestino-israelí y la precariedad de los trabajos hacen que muchas familias hayan abandonado sus casas en busca de un futuro mejor en otros países. En los últimos treinta años el número de cristianos ha disminuido un 50 %, y, si los bautizados representaban a principios del siglo XX el 20 % de la población, hoy son apenas un 2 %.
amor y unidad en la pluralidad
A pesar de las cifras, los cristianos son clave para la paz social en Tierra Santa pues su mensaje es de diálogo, justicia y reconciliación. “La Iglesia tiene una gran misión aquí. Y nuestra misión es permanecer y no dejar que los cristianos se vayan”, asegura Rony Jabash, cristiano de tercera generación, en su tienda de artículos religiosos cerca de la Iglesia de la Natividad de Belén.
La unidad de los cristianos es un tema crucial para la Iglesia y especialmente en la tierra de Jesús. Los pocos cristianos de Tierra Santa están divididos en dieciocho iglesias de diferentes confesiones, una realidad que provoca ciertas tensiones. La visita del Santo Padre ha dado nueva esperanza a los cristianos y a fieles de otras confesiones. “La visita del Papa ha tenido una dimensión ecuménica de gran calado, lo que tendrá gran impacto en nuestras vidas”, reconoce Mons. Shomali, obispo auxiliar de Jerusalén, en una conversación con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada. El prelado ha destacado el gesto del abrazo entre el Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé, conmemorando el 50.º aniversario del encuentro en esta tierra entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras.
seminario de Beit Jala, fuente sacerdotal
Pero entre tantas dificultades también surgen oasis que dan aliento y esperanza a los descendientes de las primeras comunidades cristianas de hace dos mil años. Este es el caso del seminario católico de Beit Jala, una pequeña localidad situada apenas a siete kilómetros de Jerusalén, al otro lado del muro que separa Israel de los Territorios Palestinos. El seminario de Beit Jala es el único seminario católico de rito latino de la zona, donde se forman los futuros sacerdotes de toda Tierra Santa. El tema de las vocaciones es prioritario, porque no es fácil para la Iglesia enviar sacerdotes a Tierra Santa y más en un contexto muy complicado que necesita al máximo del clero nativo. Hasta aquí vienen a formarse jóvenes de Jordania, Palestina, Israel y Chipre. Desde su fundación en 1952 han salido 272 sacerdotes y en el presente cuenta con 27 seminaristas, la mayoría jordanos.
Los responsables del seminario se esfuerzan por formar a los futuros sacerdotes de Tierra Santa, para que sean buenos pastores que acompañen a todos los cristianos que viven en difíciles condiciones en su patria. Así lo cree el Padre Jamal Khader, actual rector que también estudió en este seminario. “Afortunadamente, también hoy, y a pesar de la inseguridad política y social en la región, hay suficientes vocaciones al servicio sacerdotal (…) Preparando bien a los nuevos sacerdotes de esta diócesis servimos a la Iglesia local, la madre Iglesia de Jerusalén y, así, servimos a toda la Iglesia”, afirma con gran entusiasmo.
Poco antes de la visita del Papa en el pasado mayo, el padre Jamal declaraba a Ayuda a la Iglesia Necesitada su entusiasmo ante esta visita: “Nos sentiremos apoyados en nuestras luchas diarias. La Iglesia Universal pondrá el foco en esta iglesia local, los que vivimos en los Santos Lugares. Recen por nosotros, ayúdennos y trabajen con nosotros para construir la justicia y la paz en este país, que lo necesitamos”.
podemos hacer mucho
Los jóvenes que se preparan al sacerdocio proceden por lo general de familias pobres que no pueden hacer frente ni siquiera a los gastos de alojamiento y mantenimiento, por no hablar de los gastos de estudios. El seminario depende completamente de la ayuda económica de sus benefactores y Ayuda a la Iglesia Necesitada no les quiere dejar solos. Hasta el momento, ha hecho frente a diez proyectos con un volumen total de casi trescientos mil euros, pero siguen necesitando nuestra ayuda. AINha lanzado recientemente una campaña de apoyo a la Iglesia en Tierra Santa, animando a apoyar a las familias cristianas y a las pequeñas comunidades que viven en comunión como los primeros discípulos. «Sostengamos a nuestros hermanos que sufren como sus compatriotas la inestabilidad política y las consecuencias de un conflicto que dura ya más de cien años», propone la campaña de AIN por Tierra Santa.
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha desarrollado otros proyectos en Tierra Santa como son:
—Atención pastoral a prisioneros, dirigida por el Patriarcado Latino de Jerusalén: 7500 €
—Impresión de misales dominicales en árabe, Patriarcado Latino de Jerusalén: 17000 €
—Construcción de un centro para boy scouts (Belén): 29500 €
—Apoyo al centro «Al Liqa‘», para el diálogo religioso (Jerusalén): 20000 €
Josué Villalón AIN-Ayuda a la Iglesia Necesitada
1 comentario
En el año 2014 en Irak y diversos países de Oriente los Cristianos están siendo perseguidos. Esto nos ha de mover necesariamente, en primer lugar a la oración incesante por todos ellos. Y a tratar de ayudarlos de forma concreta, en la medida de lo que a cada uno le sea posible y a través de las organizaciones que de una forma u otra pueden hacerlo.
Pues así el Creador del mundo, el que modeló al hombre en su nacimiento y proyectó el origen de todas las cosas, os devolverá el espíritu y la vida con misericordia, porque ahora no miráis por vosotros mismos por amor a sus leyes (2 Macabeos 7, 23).