“Os dejo la paz, mi propia paz. Una paz que no es la que el mundo da. No estéis angustiados, no tengáis miedo. Ya habéis oído lo que os he dicho: «Me voy, pero volveré a estar con vosotros» Jn, 14, 27
Como yo no te encontraba, caminaste Tu hacia mí. Como yo no te veía, te hiciste luz para mí.
Como yo iba…… y venía, Tu decidiste aguardar a que la desesperanza hiciera huella en mi vida y te viniera a buscar.
Como ahora sé que vienes, busco todos los momentos que tejen mi día a día, cierro los ojos, y rezo y te espero en el silencio.
No hay nada que valga más que sentirte aparecer. No hay nadie que, como Tú logre estremecer mi alma y llenar de tanta PAZ mi agotado corazón.
“En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo.” Salmo 4, 8
“..Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí.” Jn 12; 32
Olga Alonso