Entre los nuevos cardenales se encuentra el arzobispo Loris Capovilla, quien fue secretario personal de Juan XXIII y que, a sus 98 años, mantiene una mente lúcida, aunque no pudo desplazarse a Roma para la ceremonia. Cuando le preguntamos cómo ha vivido la provocación que el Papa les lanzó a los nuevos cardenales a no sentirse miembros de una corte principesca, el nuevo cardenal responde con estas palabras: «Yo he hecho muy poco en mi vida, siento toda mi pequeñez. Sé que soy un hombre pequeño, pero, junto a Jesús, también yo soy alguien. En el nombre de Jesús, puedo expulsar el pecado, el mal, el demonio. En el nombre de Jesús, también yo puedo entrar en la casa del enfermo y decir: Levántate y camina. En el nombre de Jesús, yo también puedo vivir en un ambiente descristianizado y no quedar contaminado, pues estoy desintoxicado por la oración, la vida sana, cristiana, generosa»
«Soy un hombre pequeño, pero, junto a Jesús, soy alguien»