Los preceptos religiosos lo ordenan y el alza de la consumo de pescado durante este periodo, con el bacalao como sustitutivo estrella, indica seguimiento. Pero, como muchas cosas, va por «barrios»
«Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza», decía el Papa Francisco ensu mensaje para la Cuaresma en 2014, un periodo que se acerca ahora a su fin este Domingo de Ramos, y que implica, si se siguen los preceptos de la Iglesia, cumplir ayuno y abstinencia de carne, entre otras prácticas. Es un tiempo conversión ante la sociedad, de desprendimiento, de llevar a cabo esta tarea penitencial y de búsqueda interior. Pero, ¿se cumple el ayuno y la abstinencia?, ¿por qué se hace?
Si estás entre los 18 y los 59 años, el seguimiento a rajatabla de los mandatos de la Iglesia Católica supone el ayuno y la abstinencia de carne en concreto el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Y la abstinencia también cada viernes durante la Cuaresma… Pero, como se intuye claramente, el registro de esta actividad es imposible. Y lógico, en tanto que es algo personal. Aunque algunas cifras y testimonios ayudan a acotar el mapa de la situación.
«Consideramos que sí se lleva a cabo, sobre todo los más involucrados.La norma no es muy difícil», responden desde la Archidiócesis de Valladolid a la pregunta de si se cumple el ayuno y la abstinencia, y que coincide con la opinión de la Parroquia de la Sagrada Familia (Córdoba), que plantean que «aunque la libertad de los hijos de Dios está, los que viven su cristianismo están sometidos y lo viven juntos en la Iglesia. Además la intuición me dice que sí lo guardan».
Pero, como se mencionaba antes, también hay algunos datos que corroboran estas opiniones. El año pasado, durante el periodo de Semana Santa y Cuaresma (marzo y abril), las ventas de bacalao, el producto estrella de ese periodo, representaron el 21% de las ventas anuales. En 2012, supusieron el 26% del total del consumo anual, según datos de Sefrisa y su marca Royal. Y aunque se observa cierta desestacionalización, sigue siendo un porcentaje muy significativo.
En la Asociación Mayorista de Pescado de Madrid afirman que «sin ninguna duda» sí que hay un repunte de la demanda en estas fechas de merluza y bacalao, coincidente con el mandato de abstención de carne y ayuno para los cristianos. En Pescados Saturnino en Zaragoza, sin embargo, no notan «nada» este periodo en sus ventas. Y en la pescadería Ángel Álvarez, abierta en 1955, opinan que el hábito se está perdiendo, que casi no se come más pescado en estas fechas; aunque sí recuerdan que «antiguamente todo el mundo lo tomaba y se vendía mucho pescado». Desde la Asociación Mayorista de Pescado están de acuerdo en que se va perdiendo la tradición.
Respecto a los feligreses, también hay diferentes posicionamientos.Desde el acatamiento total de la práctica al incumplimiento de la norma bajo el argumento de que «existen otras formas mejores de sacrificarse». E incluso dentro de una misma familia, de creyentes y practicantes todos, que haya quien lo lleve a cabo y quien no. Y, a modo de anécdota, merece mencionar cuando en 2011 el arzobispo de Sevilla decretó una dispensa «por este año» del cumplimiento de la ley en Viernes Santo, «consciente de la dificultad que el modo de la celebración de la Semana Santa en esa tierra implica para muchos fieles en orden a cumplirla». Aunque también exhortaba a los fieles a que lo llevarán a cabo, «si les es posible sin grave incomodidad», el ayuno y abstinencia tradicionales de esta fecha.