En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: “¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida!” Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti (San Mateo 11,20-24).
COMENTARIO
¡Ay de mi Señor! Si no se te reconocer en mi camino. Porque yo bien se Señor, que tú hablas continuamente en todos los acontecimientos que me rodean. En los que entiendo y en los que no comprendo, en los que disfruto y en los que me son adversos. Toda mi vida es un auténtico milagro… ¡Tanto me has regalado!… Mi mayor alegría ha sido conocerte, reconocerte en mi camino, saber que tú eres, que tú estás y que tú vas delante para que no me pierda. Por eso si después de tantos milagros como he visto que has hecho conmigo y con los que me rodean te soy infiel e ingrato te pido que no me abandones y uses conmigo de tu infinita misericordia.
Que no sea yo la ingrata Carfarnaun que no reconozca tus maravillas Todo lo creado lo viste bueno y bueno es todo lo que haces cada día conmigo. Dame hoy de ese pan de tu voluntad que me sacie y me ayude a vivir con mayúsculas este día.
¡BUEN DÍA CON EL SEÑOR!