Dos horas después de robarle a punta de pistola, abandonaron el botín en la calle
Tres bandidos arrepentidos abandonaron en una calle las pertenencias del Arzobispo de Río de Janeiro, el Cardenal Don Orani Tempesta, un par de horas después de apuntarle una pistola en la cabeza yrobarle el crucifijo, su anillo cardenalicio y la sotana de un seminarista. El asalto ocurrió el lunes por la noche, cuando el vehículo del cardenal pasaba por el barrio de Santa Teresa.
El automóvil en que andaba Don Orani, fue interceptado en el medio de la pista, cuando el Cardenal salía de la residencia Assunção, en el centro de estudios de Sumaré , en la Zona Norte – en el mismo local en que se hospedó el Papa Francisco el año pasado -, con destino a la radio Catedral, en el barrio de Gloria. Don Orani estaba acompañado por un fotógrafo, un seminarista y el chófer del auto.
Los bandidos reconocieron al Cardenal y le pidieron «disculpas» por el asalto, pero no cambiaron su plan. Uno de los asaltantes le apuntó el arma a Don Orani y les pidió a todos que entregasen lo que tuvieran, incluso algunas ropas.
«Alrededor de las 20:30 pasó un auto plateado, en dirección a la casa del arzobispo y poco después vino un muchacho diciéndonos que él y arzobispo habían sido asaltados», contó un vigilante en entrevista a la TV Globo.
Los ladrones también se llevaron el teléfono móvil y un lapicero del Cardenal, y el equipo fotográfico del fotógrafo. A pesar del susto, Don Orani mantuvo la calma y su visita a la radio. Según un asesor de la archidiócesis, los bandidos pensaron llevarse el auto, pero desistieron cuando vieron que se trataba del Cardenal.
Las pertenencias fueron encontradas por la policía a algunos kilómetros después del asalto, abandonadas por el camino. Situado sobre una colina cerca al centro de Río, el barrio turístico de Santa Teresa viene sufriendo una ola de asaltos que viene asustando a los vecinos y alejando a los turistas.