Traigo a mi blog la Carta del Arzobispo maronita de Damasco dirigida a sus fieles, con motivo de la Cuaresma de este año 2017:
En seis años de guerra el rostro de Siria se ha transformado completamente …
Un gran desierto de ruinas, edificios pulverizados, hogares quemados, vecindarios convertidos en ciudades fantasmas, aldeas arrasadas hasta el suelo … y más de 12 millones de sirios (la mitad de la población) no tienen techo sobre sus cabezas …
Forman la mayor masa de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Varios millones han abandonado el país en busca de un ambiente más amable. Muchos están pendientes de ser repartidos en campamentos miserables, muchos se han ahogado, y muchos están en largas filas de espera en las embajadas. Se han convertido en un pueblo nómada en busca de una tierra que les dé la bienvenida. ¿Cómo puede Siria escapar de esta tortura?
Familias quebradas
Las familias, el baluarte que salvó a la Iglesia y a la nación, han sido brutalmente sacudidas. Es muy raro encontrar una familia intacta. La violencia ha dispersado estas piedras fundamentales … algunos están en la tumba, otros en el exilio, en la cárcel o en las líneas del frente.
Es una situación muy triste que ha enviado a los pocos que sobreviven a la mendicidad, a la depresión y la ansiedad.
Las novios comprometidos, han sido separados por el éxodo, la emigración o el alistamiento en el ejército. No pueden casarse, tienen la grave dificultad de encontrar un refugio adecuado para no acabar con las esperanzas restantes.
Estamos colapsados
¿Cómo podemos seguir nuestro camino sin familias o con familias mutiladas?
La infancia sacrificada
Los niños son los más frágiles. Han pagado caro por esta violencia despiadada. La UNESCO informa que más de 3 millones de niños no pueden ir a la escuela; Se da prioridad a su supervivencia física. Los que todavía asisten a la escuela han visto el nivel de enseñanza caer considerablemente debido a la gran superpoblación en las escuelas que todavía están funcionando y porque muchos maestros han huido. El sistema educativo se está desmoronando completamente.
Los centros que ofrecen apoyo psicológico están abrumados por la gravedad de los traumas y de las cicatrices psicológicas.
¿Cómo podemos sanar los espíritus de estos niños dañados por la violencia y las escenas de la barbarie?
Parroquias amenazadas
Las parroquias que han visto el número de fieles caer bruscamente junto con un declive en las actividades pastorales, están privando a los sacerdotes de su red de ayuda, dejándolos sin el apoyo humano y espiritual esenciales. En la Iglesia de Damasco ha huido un tercio de los sacerdotes (27 pastores), un verdadero golpe que ha debilitado aún más el papel de la minoría cristiana, que ya estaba en decadencia.
Otros sacerdotes que todavía quedan no se sienten seguros en casa y están contemplando su eventual salida.
En este compás de espera, proporcionan apoyo socio-humanitario a las familias afectadas.
¿Cómo podemos remediar esta sangría alarmante en términos de sacerdotes y fieles?
¿Podemos imaginar una Iglesia sin sacerdotes?
Entre el pan y la libertad
Los sirios ya no buscan la libertad. Ellos están librando una batalla diaria para encontrar pan, agua, gas, combustible que se hace más raro cada día. Los apagones eléctricos, frecuentes y duraderos, oscurecen nuestras veladas y frenan la vida social.
Hay una búsqueda constante de hermanos, padres y amigos que han desaparecido, una búsqueda realizada con mucha discreción, preocupación y esperanza.
Encontrar un lugar humilde para vivir, un refugio en un país en ruinas se ha convertido en el sueño imposible de las familias y sobre todo de las parejas de jóvenes prometidos.
Entre una batalla por la libertad y la búsqueda del pan, ¿qué camino debemos elegir?
Este pequeño pueblo sirio vive esta devastación con mucha amargura, visible en sus miradas silenciosas y en torrentes de lágrimas.
Esta amarga Cuaresma del 2017 nos ofrece un tiempo en el desierto para reconsiderar el compromiso de la Iglesia entre nuestros fieles sufrientes para guiarlos mejor hacia el Cristo Resucitado, Luz del mundo, Salvador de los hombres, que les dice: «Venid a mí todos los que estáis cansados y sobrecargados, y yo os proporcionaré descanso.» (Mt 11, 28).
Cuaresma 2017. Nassar, Arzobispo maronita de Damasco
Testimonios de Fe:
Mireille Al Farah 15/11/2015 en Colmenar de Arroyo (Madrid)
Madrid 15/4/2015 en el Congreso de Hazteoir, «Todos somos Nazarenos».