En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad, será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas, será proclamado desde los terrados. Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehena; sí, os repito: temed a ése. ¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos. (Lucas 12, 1-7)
Cuando me hablas, cuando me interpelas como amigo… ya solo de escucharte me estremezco. Porque sé que estas palabras de hoy me las dices a mí y a todos los que como yo quieren ser tus discípulos. No tengo que tener nunca ningún miedo a nada cuando tú vas conmigo por el camino porque… ¿qué tengo yo que tu no me hayas dado? ¿quien sería yo si no te hubiera conocido?... Cada dia eres un poco mas mi amigo, mi confidente y el que se hace uno conmigo. Dia a dia me enseñas a quien debo de temer, a quién no debo de escuchar al que me malinterpreta las cosas, al que me susurra tristezas al oído, al que quiere llenar de oscuridad mi camino, al que disfraza como bueno lo que es intrínsecamente malo, al adulador que me persigue. Gracias a ti voy descubriendo cada dia quien es mi verdadero enemigo. Y le temo, bien que le temo pues tantas veces me ha mentido, engañado y seducido. Por eso estas palabras tuyas de hoy me predisponen a no mirar mi ombligo, mis problemas, mis afanes, mis preocupaciones sino a descansar y caminar contigo.
Ayúdame tu Señor hoy, tú que me conoces mejor que yo mismo y sabes bien que es lo que necesito. Ilumina mis pasos de este dia para estar contento con lo que tengo, con lo que me das y poder compartir con mis compañeros de viaje mis alegrías y mis penas siendo un fiel testigo del amor que siempre me has tenido. Te lo ruega este pobre pecador que tu has elegido por compañero y AMIGO.
¡Buen dia!… con el Señor