Esto es lo que le van a enseñar a los niños de Madrid:
“Mi Princesito tiene cuatro años. Le gustan las cosas bonitas. Su color favorito es el rosa. Le gusta jugar a ponerse vestidos de niña. Baila como una preciosa bailarina (…) Papá le dice a mi Princesito que está muy guapo cuando se pone un vestido. ¡Papá le coge de la mano y dice que haga piruetas!” (del libro Mi Princesito).
La Asamblea de Madrid acaba de aprobar con los votos favorables del PP (excepto dos diputados que no votaron por motivos de conciencia), PSOE, Podemos y Ciudadanos una ley denominada “de protección integral contra la discriminación por diversidad sexual y de género”, que roba a los padres el derecho a la educación de sus hijos, su derecho a decidir qué tipo de educación quieren recibir.
Ya es de obligado cumplimiento:
«Artículo 29. 2.- La Comunidad de Madrid elaborará una Estrategia integral de educación y diversidad sexual e identidad o expresión de género. Las medidas previstas en este plan se aplicarán en todos los niveles y etapas formativas y serán de obligado cumplimiento para todos los centros educativos.»
“Artículo 32- La Consejería competente en materia de educación incorporará la realidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual en los contenidos transversales de formación de todo el alumnado de Madrid.”
Según esta ley, en los colegios obligatoriamente les explicarán a los niños que pueden elegir su sexo y que es estupendo cambiarlo. Y utilizarán para ello libros como el titulado El niño perfecto, en el que enseñan así a los chicos cómo deben vestirse:
La ley (…) propone a los niños en los colegios y de manera obligatoria modelos de comportamiento como este:
Además la ley da un paso más y condena a los que se atrevan a cuestionar este modelo educativo. El artículo 72 de la ley dice que multará con 45.000 euros a la persona que intente enseñar que la heterosexualidad es la forma natural de comportamiento, o a quien trate de explicarle la realidad a un niño que dice tener un sexo distinto del que tiene. Padres, abuelos, sacerdotes y profesores corren riesgo de terminar pagando enormes multas por causa del artículo 72 de esta ley:
“La promoción y realización de terapias de aversión o conversión con la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Para la comisión de esta infracción será irrelevante el consentimiento prestado por la persona sometida a tales terapias.” ( Alerta en Madrid de Ignacio Arsuaga, HO. 16/7/2016)
Publicación en el BOAM:
http://www.asambleamadrid.es/BOAM/BOAM_10_00063.pdf.
Juan Ignacio Echegaray.