Un reciente estudio demuestra que un 98% de los menores navegan por internet sin control de sus padres; un 72% navega por las redes sociales Tuenti y Facebook, un 14% por YouTube y un 11% por Google. El uso de las redes sociales se ha incrementado por jóvenes y adolescentes en más del 70% en solo un año. En España hay 28 millones de internautas, el 65,2 de la población. Hasta se ha creado una red social para hacer amigos en el avión, se llama Planely.
Un 45% de los adolescentes afirma perder la noción del tiempo cuando se conecta a Internet. Un 82% dice que utiliza Tuenti o Facebook para mantener el contacto con los amigos, un 45% para conocer gente y un 25% para conocer gente nueva o ligar.
Las redes sociales se han convertido para los adolescentes en “entornos libres del control de los padres“. Internet tiene muchos peligros para los adolescentes: pornografía, sexo, captación de menores que pueden revelar datos personales a extraños, acceso a páginas de contenido lesivo, etc.
presos de un mundo irreal
La Comisión Europea da la voz de alarma, afirmando que un 45% de los adolescentes españoles entre 10 y 16 años tiene síntomas de dependencia de internet, como por ejemplo navegar sin motivo, pasar menos tiempo con amigos, relacionarse menos con su familia, dejar de hacer los deberes y mostrarse irritable si no pueden conectarse a la red. Algunos llegar a perder los amigos y a aislarse. Se dan ya muchos casos de adolescentes que cuelgan en la red fotos suyas o de profesores u otros alumnos sin su permiso. Los adolescentes no tienen la madurez suficiente para ver el riesgo que corren.
Algunos menores llegar a estar 12 horas diarias en un videojuego en red. Hoy día hay estudios que han demostrado que internet incrementa el riesgo de comprar compulsivamente, caer en el juego, el sexo, etc. Cualquier adicción aumenta el riesgo de caer en otra. Esta nueva socialización que crea internet, acrecienta la sensación del adolescente de pertenencia al grupo, pero un uso inadecuado o excesivo en la adolescencia, incrementa la falta de habilidades sociales, la timidez, el aislamiento, problemas académicos, laborales, económicos, escasa relación con su familia, baja autoestima, cefaleas, dolor de espalda, trastornos afectivos, tendencia a la violencia, impulsividad, inmadurez emocional, insatisfacción personal, se pierden horas de sueño, se alteran los hábitos de alimentación, soledad, reducción del bienestar psicológico, ciberbulling, etc. En España, ya hay miles de niños o adolescentes en tratamiento por su adicción a internet. Los síntomas de abstinencia más frecuentes son ansiedad, irritabilidad y tristeza.
Vivimos en una sociedad muy cambiante. Internet, móvil y videojuegos ocupan un espacio importante en el proceso de socialización y crean comportamientos y actitudes nuevas. Los adolescentes que más usan internet han encontrado un modo nuevo de relación, de aprendizaje, de comunicación, de satisfacer su curiosidad por cosas nuevas, de ocio y diversión. Muchos adolescentes son incapaces de expresar sus sentimientos hablando y en internet no tienen dificultad de escribir lo que piensan porque el otro no está cara a cara.
Por otra parte, el móvil se ha convertido para los adolescentes en la forma más fácil de relacionarse y de independencia frente a sus padres y para buscar su identidad personal.
Estos son los síntomas más frecuentes de la adicción a internet:
- Cada vez pasa más tiempo en Internet.
- Se relaciona menos con familiares y amigos.
- Sentimiento de euforia cuando está conectado a la red.
- Cambios en el peso, dolores de cabeza o columna.
- Miente sobre el tiempo que utiliza internet.
- Cambios en los hábitos de sueño o alimentación.
- Ansiedad por pasar más tiempo en la red.
- No consigue controlar la dependencia de internet.
- Deja de hacer otras actividades que antes le gustaban.
- Internet interfiere con su trabajo o estudios.
- Sentimientos de culpa por estar tanto tiempo conectado.
- Irritabilidad, ansiedad o tristeza.
qué podemos hacer los padres
- Para que los niños o adolescentes hagan un adecuado uso de Internet, los padres debemos formarnos para orientarles y darles ejemplo de un uso positivo.
- Poner filtros en el ordenador para que no puedan entrar en páginas negativas o de riesgo.
- Enseñarles a ser críticos con la red y explicarles el riesgo de algunos chat.
- Vigilar que no pongan fotos o datos personales en la red.
- Explicarles los riesgos que conlleva quedar con alguien que ha conocido en internet.
- Marcar un horario de uso de la red.
- Controlar en el historial del ordenador las páinas en que entran nuestros hijos.
Recientemente, el Papa Benedicto XVI ha dicho que “recemos para que los jóvenes hoy sepan utilizar las nuevas tecnologías de comunicación social para crecer interiormente y servir a los demás”.